miércoles, 2 de septiembre de 2009


PENSAMIENTO ESTRATÉGICO.
una cosa es tener problemas y otra cosa es ser problemático. En efecto, hay gente que no teine problemas. Ella es el problema.
Érase una vez un Gran Maestro y un guardían que se dividían la administración de un monasterio. Cierto día, el guardián murió, y fue precuso sustituirlo. El gran Maestro reunió a todos los discípulos para escoger quién tendría la honra de trabajar directamente a su lado.
-Voy a prestarles un problema- expresó el Gran Maestro- y aquel que lo resuelve primero será el nuevo guardián del templo.
Terminando su corto discurso, colocó un banquito en el centro de la sala. Encima puso un florero de porcelana carísimo, con una rosa roja que lo decoraba.
-Ése es el problema. Resúelvanlo- dijo el Gran Maestro.
Los discípulos contemplaron perplejos el problema. Veían los diseños sofisticados y raros de la porcelana, la frescura y la elegancia de la flor. ¿Qué representaría aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál sería el enigma?.
Pasaron los días sin que nadie atinase a hacer nada, salvo contemplar el problema. Hasta que uno de los discípulos se levantó, miró al maestro y a los alumnos, caminó resolutamente hasta el florero, lo elevó y lo tiró al suelo, quedando destruido en cien pedazos.
-¡Al fin, alguien lo hizo! Usted es el nuevo guardián- exclamó el Gran Maestro.
Y en medio de un clima de grave asombro, el gran maestro justificó su decisión:
-Empezaba a dudar de la formación que les hemos dado durante tantos años.
Yo fui bien claro. Dije que ustedes estaban delante de un problema. No importa cuán bello y fascinante fuera el problema; tiene que ser eliminado. Recuerden que un problema es un problema, no es la vida.
Para romper un problema, casi siempre la clave es romper los propios esquemas mentales.

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